Review Wolfenstein II: The New Colossus

Wolfenstein II: The New Colossus

MachineGames lo ha vuelto a hacer. Wolfenstein II: The New Colossus junto con su protagonista de raza aria, mandíbula cuadrada y abdomen de acero han llegado para quedarse, y para refinar una primera propuesta que nos recordó lo satisfactorio que resulta apretar el gatillo.

Presentación

Dentro de los complejos marcos históricos que sostienen el siglo XX apenas hay acontecimientos que hayan despertado tanto la imaginación ficticia de artistas, y entusiastas fantasiosos, como aquél que alude a las generaciones posteriores de la supuesta victoria del III Reich durante la Segunda Guerra Mundial. Esta hipotética idea, casi siempre planteada dentro de especulaciones contrafactuales posibilitistas, ha sido representada, y trasladada, tanto en ámbitos literarios (como podría ser el caso de El hombre en el castillo, obra escrita por Philip K. Dick) como en los medios audiovisuales, entre otros, los videojuegos, y siempre sosteniendo la designación de: ¿qué hubiera sucedido si los nazis hubieran ganado la Segunda Guerra Mundial?. Dentro del mundo «videojueguil», y exhibiendo la categoría de shooter, el nombre de Wolfenstein se ha convertido prácticamente en todo un fenómeno de masas a la hora de emanar una de las experiencias más frenéticas jamás concebidas dentro de un contexto histórico «germanizado» y verdaderamente plausible. Aunque, si bien es cierto, la obra cuenta con embellecedores puramente ficticios; sin embargo hay que reconocer que le sientan como anillo al dedo.

Tras el lanzamiento de Wolfenstein 3D, en 1989, la franquicia ha vivido momentos excepcionales, junto a otros un tanto más discretos; no obstante no fue hasta la adquisición de id Software, por parte de Bethesda (con todas sus licencias), que se abrió un nuevo camino esperanzador para la saga protagonizada por el despiadado William Blazkowicz. Fue a partir de ese punto que la ecuación que hasta el momento había estado sosteniendo a Wolfenstein recibiría un nuevo matizado con la llegada del divertidísimo Wolfenstein: The New Order, allá por 2014, de la mano del nuevo equipo a cargo de su desarrollo: el estudio sueco MachineGames.

Wolfenstein: The New Order llegó dando un puñetazo en la mesa y arrastrando un legado que, años atrás, había estado en manos de los creadores de DOOM y los chicos del estudio Raven Software. El juego no solamente seguía acarreando esa acción desenfrenada tan característica, sino que además sus creadores dejaron los preceptos bien delimitados, al igual que sus intenciones, para que incluso años después, en la secuela, se siguiera con la mentalidad de servir a unos principios que, a día de hoy, parecen peligrar bastante: la centralización de la experiencia en el single-player.

De cada vez más la mentalidad de muchos desarrolladores actuales (y algunos con ciertos años de experiencia) parece estar derivando en la mentalidad de una «entidad todopoderosa» que pretende ofrecer a los jugadores la posibilidad de «simbiotizarse» con un mundo viviente y en constante cambio. Hará cosa de un mes estuve hablando en DeVuego acerca del nuevo trabajo de MercurySteam: Raiders of the Broken Planet, y reitero (como hice en ese análisis) que entiendo la compostura de que a veces es necesario tomar ciertas medidas para asegurar ciertos cambios; empero, en su mayoría, el modelo servicial que está empezando a imperar en el mercado, no es una directriz que compatibilice demasiado conmigo.

Características Wolfenstein II: The New Colossus
  • JUEGO: Wolfenstein II
  • PLATAFORMA DE JUEGO: PC, PS4 Y Xbox One
  • TIPO DE JUEGO: Acción, disparos
  • REQUERIMIENTOS MíNIMOS PARA ORDENADOR: 8 GB de RAM
    55 GB de espacio disponible
    Windows
    Gráfica Nvidia GTX 770 4GB/AMD Radeon R9 290 4GB
  • EDAD: 18

Pruebas Juego

El sello de identidad de id Software y John Romero siguen presentes en la esencia de Wolfenstein II, incluso cuando el juego no ha sido desarrollado por ellos. En Wolfenstein II: The New Colossus tenemos un modo de un jugador que, seguramente, es lo mejor que ha visto el género este año; y como no podía ser de otra forma, el elemento principal que hace brillar a esta nueva secuela son los brutales tiroteos contra la infantería alemana, reivindicado la faceta tradicional del shooter. Cabe mencionar también que las despiadadas ejecuciones que podemos ejercer, si nos topamos frente a frente con un enemigo o si simplemente pretendemos jugar sigilosamente, siguen siendo de lo mejor. Como comentaba al inicio del análisis, el nuevo matiz que MachineGames le ha estado dando a la saga Wolfenstein ha hecho que la obra, desde The New Order, tome una identidad más contundente de lo que fue Wolfenstein 3D hace casi una década; la carta de presentación del juego sigue siendo la misma, pero al contar con una multitud de factores extras, y una clara intención en querer aportar sentido a nuestros disparos, hace que la experiencia general coja una dinámica mucho más interesante. Tommy Tordsson Björk, miembro del estudio vinculado a Bethesda, comentó que «la única forma en la que podemos crear una narrativa super inmersiva es centrándonos en el modo para un jugador. Incorporar un multijugador diluiría todo». Estas declaraciones han permitido a MachineGames canalizar todo su talento en una obra que posee una auténtica producción de lujo, e incluso, en muchas ocasiones, permitirse la jugada de usar las cartas de la nostalgia a la hora de desarrollar la obra: habrá un momento en el juego en el que, por ejemplo, podremos disfrutar -si queremos- de una máquina recreativa que nos permitirá jugar a Wolfenstein 3D.

Wolfenstein II: The New Colossus

Es cierto que el combate en Wolfenstein II: The New Colossus, por lo general, sigue manteniéndose igual de rápido y salvaje que en The New Order; pero además esta vez hay presencia de un mayor énfasis en la narración que enmarca todo el conflicto, dándole un pequeño -aunque relevante- giro de tuerca a la relación de los personajes con la situación que están viviendo (haciendo que todos los sujetos sean más conscientes de cada uno de los gestos y actos que llevan a cabo). Esta vez hay una buena dedicación de tiempo para las pausas, y el peso emocional no recae solamente en Blazkowicz, sino que más bien recae sobre los hombros de toda una resistencia oprimida que, a medida que avancemos entre pintorescos escenarios completamente subyugados y dominados por el régimen fascista, pretenderá alzarse como un coloso enfurecido dispuesto a enfrentarlo todo. A rasgos generales, pese a que los pilares que construyen el argumento luzcan simples, la narrativa se ve reforzada por un trasfondo (hipotético) socio-político interesante, uno que, gracias a su materialización dinámica, nunca interrumpe nuestra satisfacción durante la matanza.

Wolfenstein II: The New Colossus

La primera misión que deberemos realizar en Wolfenstein II: The New Colossus es la de retener a los atacantes nazis mientras controlamos a un Blazkowicz herido que yace en silla de ruedas; aun así eso no parece ser un problema para nuestro protagonista. Ipso facto Blazkowicz decide enfrentar la situación desplazándose por el submarino con la silla de ruedas, la cual va impulsando con un brazo (y en ocasiones con los dos), mientras que con la otra mano sostiene la ametralladora para defenderse. Quizá el concepto de esa escena sea el símbolo que mejor hace justicia a la esencia misma de ese legado del que habla al principio de este análisis. Un legado protagonizado por aquellos títulos (todos ellos auténticos reyes) que constituían su filosofía «ludologista» con la consideración de saber que lo importante no es apuntar, sino disparar.

Conclusión

No hay nada grave en Wolfenstein II: The New Colossus, pero dudo que haya sorprendido a alguien como hizo su antecesor hace unos años. No obstante, pese a todo, la madurez con la que esta secuela entrelaza cada uno de los componentes de su ecuación (cinemáticas, mecánicas y argumento) hace que todo la maestría de MachineGames confluya en una experiencia incluso más refrescante que aquel Wolfenstein que tuvimos en 2014.

Pros

  • Apartado audiovisual excelente
  • Divertido hasta la saciedad
  • Construcción del argumento
  • Pequeñas y nuevas mecánicas muy divertidas
Contras

  • El arsenal de armas es un poco limitado
  • Algunos escenarios son demasiado repetitivos
  • No hay demasiada variedad de contrincantes

Agradecimientos

Especiales agradecimientos a Bethesda españa por proporcionarnos un código del juego y darnos la posibilidad de poder analizarlo.

Galería

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